Actualmente, uno de los conceptos más complejos en relación al
Desarrollo Humano es sin duda el de APRENDIZAJE. El ser humano esta en constante aprendizaje,
pero en si, ¿a que nos referimos con
aprendizaje? El término como tal ha venido puliéndose gracias al esfuerzo y dedicación
de muchos investigadores en la materia que han aportado diferentes conceptos y
definiciones que revelan la increíble capacidad del ser humano para llevar a
cabo este proceso.
El aprendizaje entonces, sintetizadamente, es el proceso mediante el
cual somos capaces de adquirir o modificar conocimientos como resultado de la observación,
la experiencia, la instrucción, el estudio y el razonamiento de la información adquirida.
Este proceso es una de nuestras funciones más importantes y es por ello que es
todo un tema de análisis y estudio para la psicología educacional, la pedagogía
y la neuropsicología.
De hecho existen varias teorías respecto a este proceso;
conductistas, cognitivas y de procesamiento de la información son las que
poseen mejores fundamentos; así mismo, tenemos que hay diferentes tipos de
aprendizaje y los más comunes según la literatura pedagógica son:
·
Aprendizaje receptivo: en este tipo de
aprendizaje el sujeto sólo necesita comprender el contenido para poder
reproducirlo, pero no descubre nada.
· Aprendizaje por descubrimiento: el
sujeto no recibe los contenidos de forma pasiva; descubre los conceptos y sus
relaciones y los reordena para adaptarlos a su esquema cognitivo.
· Aprendizaje repetitivo: se produce
cuando el alumno memoriza contenidos sin comprenderlos o relacionarlos con sus
conocimientos previos, no encuentra significado a los contenidos estudiados.
· Aprendizaje significativo: es el
aprendizaje en el cual el sujeto relaciona sus conocimientos previos con los
nuevos dotándolos así de coherencia respecto a sus estructuras cognitivas.
Aprendizaje observacional: tipo de
aprendizaje que se da al observar el comportamiento de otra persona, llamada
modelo.
· Aprendizaje latente: aprendizaje en el
que se adquiere un nuevo comportamiento, pero no se demuestra hasta que se
ofrece algún incentivo para manifestarlo.
Sabiendo lo anterior, podemos concluir en que gracias al proceso de aprendizaje,
somos capaces de adquirir, modificar y re
estructurar información obtenida a través de diversos estímulos, esta función
destaca cuando es necesario modificar no solo conocimientos si no que también,
habilidades, conductas, destrezas y valores, entre otros, después de una interiorización,
comprensión y razonamiento de la información. El aprendizaje debe estar
orientado adecuadamente y tener el respaldo de una buena motivación para favorecer
los resultados.